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jueves, 12 de abril de 2012

Volviendo sin Volver


SUEÑO QUE ESTOY VOLVIENDO





    No hay sueño más grande en la vida que el Sueño del Regreso. El mejor camino es el camino de vuelta, que es también el camino imposible. Los Hombres Sensibles de Soledad, en sus nocturnas recorridas por las calles del barrio, planeaban volver...

Volver a cualquier parte:

    A la adolescencia, para reencontrarse con los amores viejos.
    A la infancia, para recobrar las bolitas perdidas.
    A la primera novia, para jurarle que no ha sido olvidada.
    A la escuela, para sentir ese olor a sudor y tiza que no se encuentra en ninguna otra parte.

    Volver fue para ellos la aventura prohibida. Cada noche soñaban con patios queridos y cariños ausentes. Y cada mañana despertaban llorando desengañados y revolvían la cama para ver si algún pedazo de sueño se había quedado enganchado entre las cobijas.





    A pesar de todo, los muchachos de Soledad habían aprendido a disfrutar de los regresos modestos y cada tanto visitaban antiguas pizzerías, veían películas de Rocky, cantaban temas de la renga o examinaban fotos amarillentas en la pieza de Fernando Adrian.

    Desde luego, los Refutadores de Leyendas se burlaban de todo esto.

    - ¡Saluden a los nuevos tiempos!  -gritaban-. El mundo marcha hacia adelante.
 
    La comparsa racionalista acusaba a los Hombres Sensibles de retrógrados y conservadores. Tal vez tenían algo de razón: Fernando y sus amigos andaban siempre por los mismos lugares, contaban miles de veces las mismas anécdotas y se divertían robando nísperos siempre en la misma casa.

    - Marchan ustedes a contramano de la historia  -rugían los Refutadores. Y era cierto. Pero siempre es recomendable recorrer la vida a contramano, sobre todo si uno sospecha quien ha puesto las flechas del tránsito.

    En los años dorados del barrio, funcionaba en la calle “Los Jesuitas” la agencia Todo para el Regreso. Esta empresa organizaba unos viajes y peregrinaciones cuyo atractivo principal estaba en la vuelta. Por cierto, solían elegir lugares horrorosos, con alojamientos míseros y comidas inmundas, precisamente para acrecentar el deseo de volver cuanto antes.

    Pero el mayor éxito se obtuvo con el Servicio de Recuperación de Vecinos. La agencia se ocupaba de localizar y entrevistar a pobladores antiguos, alejados del barrio por las perversas mudanzas. Por un precio razonable se les ofrecía una fiesta callejera en su viejo vecindario, con la presencia de todos los personajes de la zona. El servicio incluía la entrega de un pergamino, palabras alusivas a cargo de empleados de la empresa y llegado el caso, indumentaria apropiada para que el vecino emigrante pudiera fingir opulencia si lo deseaba.

    Existía -además- un plan superior que contemplaba la reinstalación lisa y llana del vecino perdido en su antigua residencia. Desde luego, los costos eran grandes y no resultaba sencillo vencer las dificultades que se presentaban: desalojo del nuevo ocupante de la finca, abolición de las eventuales reformas, rescate de los muebles originales y restauración del exacto grado de higiene en que acostumbraban vivir el cliente y su familia. Para cumplir con esta ultima pretención, a veces había que limpiar y otras veces era necesario juntar mugre.

    Catorce años después de haber egresado como Técnico, Fernando Adrián volvió a inscribirse en la Técnica Nº2 “Albert Einstein”
    El ingeniero de Soledad estaba entusiasmado con la ida y propuso a sus antiguos compañeros que hicieran lo mismo, para repetir la época más feliz de sus vidas. No tuvo mucha suerte: Aguero, Cardozo, Cabrera, Guanuco, Guantay, Mora, Villafañe... Por orden alfabético todos se fueron negando y presentando sólidos pretextos. El trabajo, la familia, la distancia, el dinero. De algún modo misterioso aquellos atorrantes habían contraído la responsabilidad.

    Fernando Adrian no se achicó y comenzó las clases.
    Y el primer día trató de reproducir episodios divertidos que habían ocurrido antes, pero las cosas no eran iguales. Sus nuevos compañeros eran bastante mensos y se resistían a secundarlo en sus travesuras, no le llamaban El Único, sino, El Abuelo. Para peor, algunos profesores creían recordarlo vagamente y no sabían si confundirlo con su hijo o con su padre.
    Logró -eso sí- algunas buenas notas y hasta quince amonestaciones. Un día, el jefe de celadores descubrió la verdad.
    - No crea que no lo he reconocido, señor Fernando. Este es otro de sus inventos. Yo pensé que el titulo de técnico iba a servirle de escarmiento, pero veo que no es así. Usted es de los que siguen jorobando hasta después de muertos.

    Fernando contestó llorando:
    - Usted es el único que me ha comprendido. Gracias.
    - Cállese la boca, señor  
-gritó el jefe de celadores-. Vuelva a clase.

    El ingeniero de Soledad fue expulsado poco después. Pero a pesar de su fracaso, la segunda inscripción es una maniobra que merece ser estudiada por los melancólicos cabales. Sostengo que con el apoyo de sus viejos condiscípulos, la experiencia de Fernando hubiera sido emocionante.

    La agencia Todo para el Regreso se fundió por falta de clientes. En un último esfuerzo, sus dueños ofrecieron servicios económicos. Eran retornos fingidos, vueltas sin ida, reencuentros sin ausencia. El interesado podía simular su viaje al África. La empresa se encargaba del recibimiento, los abrazos y las lágrimas. El éxito fue nulo. Por esos días, Fernando Adrián escribió su oscuro ensayo Nunca se Vuelve. Leamos algunos párrafos:

     "No es posible regresar a ninguna parte. Los puntos de partida no se quedan quietos y a la vuelta ya no están. Para poder volver se necesita, por empezar, un punto de partida eterno e inmutable. Pero todo se mueve y no hay forma de detener el Universo. Créanme si les digo que nadie ha efectuado nunca jamás un verdadero regreso. El hombre que lo consiga cumplirá la hazaña más grande de la historia."

     La idea de no bañarse dos veces en el mismo río no constituye ninguna novedad filosófica. Pero adviértase que Fernando deseaba en verdad volver a bañarse. Esta fue su mayor obsesión y siempre lamento amargamente no poder remontar los tiempos.

    Los Refutadores de Leyendas se alegran de la dinámica universal y esperan el futuro con impaciencia. Desean liberarse del pasado, romper las cadenas. Pero si esto encierra la idea de libertad, hay que reconocer que Fernando Adrián fue mucho más lejos:

    "¿Por qué no puede uno estar en varios lugares al mismo tiempo? ¿Qué es esto de no poder volver al pasado ni visitar el futuro? ¿Por qué no es posible extraer de las premisas de la razón las consecuencias que a uno se le antojen?
    "Ah, la libertad...la libertad sin tiempo, ni espacio, ni lógica. La libertad de vivir todas las vidas, de estar en todas partes, de recorrer las edades. ¿Qué dicen a esto los libertarios sin frontera?"

    Pero las cosas son como son. Esa es la pena de los Hombres Sensibles. La misma de los viajeros que no pueden volver atrás. Ellos no han nacido para viajar. Y sin embargo, ahí andan con la vida llena de extraños, ansiando la inmortalidad, solamente para poder regresar.

    Algunos tratan de no partir: amor... quedémonos aquí... Pero el que no parte también se queda solo.

    En Soledad se suele contar la leyenda de Anton Raffo, quien según parece poseía el Secreto del Regreso. Fernando y El Loco llegaron a conocerlo. Es cierto que el hombre usaba en su conversación algunos giros inquietantes.

    - Ya voy a arreglar eso cuando sea un poco más joven.
    - He besado muchas veces a Mónica. Pero será mucho mejor cuando le dé el primer beso.
    - Ya estoy harto de nacer, caballeros.

    Los muchachos de Soledad no pudieron indagar demasiado. Raffo desapareció y si es que posee el Secreto, tal vez ande en otros tiempos más prometedores.

    Aquí cabe una modesta reflexión. Aún cuando fuera posible volver al pasado, nada sería igual. Todos los actos de nuestra vida repetidos minuciosamente, serían distintos al estar ocurriendo por segunda vez. Esta diferencia es sustancial. Llevaríamos con nosotros la carga de la experiencia anterior. Nos estaría negada la ansiedad y la esperanza. ¿Con qué entusiasmo apostaríamos a las cartas que ya sabemos perdedoras? Alguien dirá: sería preciso borrar la memoria y volver al pasado sin recordar que ya lo vivimos. Respuesta: ¿de qué sirve volver si uno no sabe que vuelve? Para el caso es posible pensar que ahora mismo estamos viviendo por segunda o quinta vez la misma vida.

    El libro de aventuras del regreso sigue en blanco.
    Ni los Hombres Sensibles, ni los Pensadores del Eterno Retorno, ni muchos de nosotros -que a veces creemos volver- hemos podido dar un solo paso. Esto no nos impide ser dichosos algunas veces, a pesar de todo. Las personas decentes nos piden madurez y resignación. Quieren que olvidemos nuestras trágicas ensoñaciones. Pero nosotros no queremos olvidar. Y el que olvide, jamás, jamás podrá ser nuestro amigo.

    Ni siquiera cuando volvamos a encontrarnos otra vez y para siempre.

Ventajas de la castidad

  • ser libre de los peligros relacionados con los métodos contraceptivos:  


Es fácil entender que las muchachas que no tienen relaciones sexuales, no tienen que tomar la píldora, son libres de las hormonas inyectables, del DIU, del condón, de los espermicidas etc.


  • ser libre de los embarazos no deseados:



Sin relaciones sexuales no hay bebés. Obviamente, se puede buscar la excepción. Una agresión sexual es siempre posible. Pero allí aún, es interesante observar que estudios prueban que las jóvenes abstinentes tienen menos riesgo de sufrir  la violencia bajo la forma que sea.

  • Ser libre de la carga tener que criar  tú sola al niño:



Cuando una madre adolescente decide quedarse con  el niño, es muy raro que el padre permanezca a su lado. Cuando es el caso, la presencia del muchacho generalmente es sólo parcial y estas uniones son más frágiles. La madre que debe criar a su niño debe a menudo abandonar sus estudios. Experimenta frustraciones de no poder salir con sus amigos. Termina a menudo por vivir bajo el límite máximo de la pobreza y su niño corre el riesgo de sufrir. Deseo precisar que muchas muchachas son muy valientes en esta situación. Pero no es  menos verdad  que es muy difícil criar  un niño en el contexto de la adolescencia.


  • ser libre de las emociones que rodea el aborto:



En alrededor de un 60% de los casos, una adolescente embarazada decidirá poner fin a su embarazo recurriendo al aborto. Si las mujeres tienen libre acceso al aborto hoy, eso no quiere decir que es fácil de vivir la terrible experiencia. Las mujeres que recurren al aborto se sienten a menudo solas y no se atreven a expresar sus emociones a quien sea. Al reprimir sus sentimientos corre el riesgo de dañar su vida emocional.

  •  ser libre de todos los problemas causados por los MTS:


¿Los y las que se abstienen de las relaciones sexuales tienen la certeza que ellos o no tendrán MTS? Es la norma general. Me gustaría que supieras que los MTS muy raramente se transmiten de esta forma a las personas castas. Además, se intenta hoy día evitar las transfusiones y se toman varias precauciones en la extracción de la sangre. ¡Y lo que es  más, si viviéramos según los principios de la castidad,  no habría sangre contaminada por MTS ya que no existirían simplemente esas enfermedades.



  • ser libre de un lazo demasiado fuerte con una persona a la que no quieres realmente:



En efecto, es lógico pensar que te dedicarás aún más a la persona que estás frecuentando si tienes relaciones sexuales con ella. Te ofende, te grita, te usa ...¿lo aceptas solo por sexo?



  • ser libre de los recuerdos vinculados a las parejas del pasado:



Se dice que la memoria es una facultad que olvida, pero hay límites. Además, la memoria conserva sobre todo los recuerdos que son acompañados de fuertes emociones. Las relaciones sexuales suscitan fuertes emociones y no se los olvida fácilmente. Me dirá: ¿Dónde está el problema? El problema ocurrirá cuando sentirás que tu o tu pareja te compara con las parejas pasadas, que él o ella no han olvidado y así él o ella te hace sentir que no está a la misma altura.

  • ser libre  de sentirse utilizado:



Una bonita persona es siempre atractiva. Podría tener el gusto de acostarte con esta persona, eso no quiere decir que tú la ames o que te gustaría frecuentarla; menos aún que quieres pasar tu vida a sus lado. Si crees que se deberían tener relaciones sexuales por el placer y no tras una relación basada en el amor, probablemente un día te enredas con  una persona que quería solamente vivir una aventura. En este caso, tú te arriesgas de sentirte rechazado cuando esta persona te deje. Tener la impresión de ser desechado después de haber sido usado de seguro te hiere.

  • La posibilidad de conocer mejor a las personas del otro sexo:

Muchos jóvenes que tienen relaciones sexuales son como cautivados por el sexo. Es normal. La sexualidad, lo dije, estimula las pasiones. ¿Dónde está el problema? Ocurre que los adolescentes, no viviendo juntos, pasan relativamente poco tiempo a la edad donde comienzan a tener relaciones sexuales.
¡Reflexionemos! Supongamos que vas a la escuela y que tienes un empleo de fin de semana. Tendrás encuentros con tu amigo o tu amiga sólo algunas horas por semana. Si pasas mucho tiempo concentrados en el sexo, sólo te queda poco tiempo para hablar y aprender a conocer tu enamorado/a. En comparación, una pareja casta pasaría más  tiempo con el otro, haciendo deporte o realizando cualquier otra actividad en grupo o en pareja. Cuando eres activo o activa sexualmente, será difícil profundizar el lazo de amistad que une a ustedes. A la larga, correrás el riesgo de no descubrir cómo piensa realmente un muchacho o una muchacha. Sólo conocería la envoltura carnal del otro sexo.
ensemos ahora en las consecuencias a largo plazo. ¿Qué sucederá  si no aprende a conocer bien cómo piensan las personas del otro sexo? Hay fuertes probabilidades que tu futura relación marital se llevará mal. Me he encontrado con  decenas de jóvenes parejas que tienen como dificultad principal problema  de la comunicación. Observo a menudo que no comprenden simplemente cómo piensa el otro. Además, numerosos son los jóvenes que actúan como si vivieran solos mientras que el hecho ahora de formar una pareja debería modificar varias prácticas en su vida. Pienso que hoy en día estas cosas explican en buena parte la fragilidad de las parejas.

  • La posibilidad de desarrollar la relación en otros ámbitos: 

Las parejas que limitan voluntariamente sus actividades sexuales bucarán de expresar su amor de manera distinta. Sus relaciones de enamorados se desarrollarán a nivel intelectual por el intercambio de ideas, debates,  por medio de los trabajos en equipo. Podrán expresar sus sentimientos en forma de palabras. Eso desarrollará también sus capacidades para experimentar y expresar los sentimientos del corazón. Usarán la creatividad para demostrar el afecto al otro: regalos, servicios, cumplidos, pequeñas caricias etc. Hay pues fuertes oportunidades que sus sentimientos de compañerismo, empatía y comprensión mutua sean más profundos que en las parejas activos sexualmente.

Además, en mi opinión, las personas castas pueden evitar mejor los estereotipos sexuales. Aprecian al otro por todo lo que es, un ser único y personal. Un muchacho casto sabe que no es mejor hombre si besa a muchas muchachas y si finalmente las engaña. Del mismo modo, una muchacha sabe que no es más femenina si seduce a todos los hombres vistiéndose de una manera provocadora y actuando con miles de trucos para atraer la mirada. La práctica de la castidad ayuda a desarrollar una identidad sexual centrada en cualidades interiores y no solamente en la imagen corporal.

  • La posibilidad de desarrollar mejor tus habilidades sociales y tus talentos:



Todos los adolescentes sexualmente activos no tienen el mismo estilo de vida. Imaginémonos dos posibilidades. Por un lado está la pareja que se encierra en su habitación o cualquier otro lugar apto para la intimidad. Esta pareja se aislará rápidamente del resto del mundo
La castidad forma el carácter. El hecho de esforzarse a seguir siendo abstinente desarrolla la voluntad y el control de sí mismo. Eso produce individuos fuertes que no se rinden a la menor frustración y que son perseverantes en el trabajo. Además, una persona casta aprende, por definición, a respetar a su pareja cuando dice que no. Así pues, la práctica de la castidad crea progresivamente un alma pacífica, suave, que tiene en cuenta los intereses de los otros y que no se centra solamente en su propia necesidad. El altruismo es una calidad extraordinaria que ayuda enormemente a formar una pareja feliz.

  • La posibilidad de consagrar tus energías que deben prepararse tu futuro:



La castidad, la visión del matrimonio y la ambición de fundar a una familia estable y feliz son tantos factores que ayudan a un joven a tener uno o más objetivos en la vida. Cuando se quiere fundar a una familia, se pretende proporcionar los medios para responder a las necesidades de las personas que dependerán nosotros. La motivación para tener éxito es fuerte. Los jóvenes que no tienen un objetivo preciso tienen menos ambición.





























jueves, 20 de octubre de 2011

Un mate y un amor...



El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca.
Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed.
Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión:
te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.

Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda: '¿unos mates?'.
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres.
Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian .
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.

Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar.
En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide.
Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes.
Sentís un orgullo enorme cuando un pequeñito de tu sangre empieza a chupar mate.
Se te sale el corazón del cuerpo.
Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré,
con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.

Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates.
La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'.
El otro responde: 'Como tomes vos'.
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre.
Con inflación, con hambre, con militares, con democracia,
con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas.

Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da.
La yerba no se le niega a nadie.

Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico
y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad
de tomar por primera vez unos mates, solos.

No es casualidad. No es porque sí.
El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate
sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma.

El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena.
Es querible la compañia.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar,
vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!'.
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'.
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.

 ¿TE SENTISTE INCLUÍDO?....

Compartilo entonces con quienes alguna vez tomaste un mate....
O dalo a conocer a quienes no sepan lo que es.
Y yo... te ofrezco mi mejor mate:



miércoles, 5 de octubre de 2011

La Vida



Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! 

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…


El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida. 

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!


sábado, 24 de septiembre de 2011

Distancia


DISTANCIA 


Perdida en las estrellas de otros cielos 
tus soles son aquí mi oscuridad 
neblinas que el invierno de tu vuelo levantó 
desvelos de mi noche eterna. 

Distancia de los mares y el olvido 
caricias que no saben regresar 
desierto de dolor que un viejo corazón 
no puede abandonar jamás. 

Alma... me parece oír 
tu voz en la mañana fría del adiós. 
No, no llores mi partida 
quizá en otra vida te vuelva a querer. 

Yo sé que hay una trampa en cada sueño 
que la esperanza es un castigo más. 
Si pudieras perdonar 
la culpa de extrañarte y de llorar. 

Tu cara es una sombra fugitiva 
milagro que se aleja más y más. 
Me dice el corazón que volverás, pero yo sé 
que nadie ha regresado nunca. 

Tal vez en las arenas de tu mundo 
fantasmas compañeros del amor 
mi nombre escribirán y te dirán quién fue 
el que más lejos te llevó. 

Alma... me parece oír 
tu voz en la mañana fría del adiós. 
No, no llores mi partida 
quizá en otra vida te vuelva a querer. 

Yo siento sin embargo que en la noche 
tu mano amiga me viene a consolar. 
En qué viento volverá 
la oscura golondrina de tu amor.



martes, 20 de septiembre de 2011

No te Rindas


No te rindas, aún estás a tiempo

De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.